Alberto

 

¿Cuánto dura el tiempo justo antes de morir?
¿Es cierto este silencio tuyo?
Oh, amigo,
al acariciarte es blando mi orgullo
y dura mi fatiga.
El trismo y la falta de expresión en tus ojos
derraman verdad robada de mi alma
que hasta ahora era sólo indiferencia
para con la muerte y sus transeúntes.
Perdóname por no irme contigo
a esa oscuridad misteriosa
que aunque fuere abismal
a tu lado sería comprensible.
Me pregunto qué importará respirar
bajo este humo espeso que dejaste al partir,
qué importará si llego a entender lo fugaz de existir,
qué importará si alcanzo a ver el extremo final del espacio,
si acaso distingo lo negro de la noche,
si acaso es cierto que el tiempo persigue al sol.
Oh dulce animal, amigo,
espero me perdones
en este último...latido.

Penumbra n°1

 

¿Qué puedo escribir?
Describir mi reflejo en una vitrina,
mi prima es alguien a quien no conozco,
tosco es preguntar a un ladrón quién es,
¿ves lo que digo?
Enemigo es aquel que te provoca temor,
amor es aquello que no puedes explicar,
cantar es más efectivo que gritar,
"ladrar es algo que el humano inventó",
comentó un perro civilizado
cansado del despotismo de los hombres,
enjambres que transportan vibraciones,
emanaciones de sus antepasados,
enlazados con la tierra, el cielo y el océano;
o sea no, no es verdad la simplicidad del origen,
aborigen es nuestra existencia,
arrogancia es lo que nos viste día y noche,
reproche le he hecho a mi madre,
"catre es lo que necesito",
delito es nunca dormir,
transcribir mis pensamientos es agotador,
ardor en mi pecho es la recompensa,
piensa, lector, pero en los sueños.

Paciente M25

 

He oído que es posible mantener todo en orden

pero desde el cielo las nubes parecen demasiadas.

El cauto murmura al hombre enfermo:

"te estás muriendo porque nadie sabe que estás vivo".

Un día me espetó un ciempiés

que los zapatos están demás,

"quién sabe a qué se refería",

dijo un gusano, más tarde.

"Después de tanto viajar por el mar me ha dado sed",

me exclamó una tortuga al oído;

yo le negué el agua para dársela al sol

que moría de calor.

Anoche brotó una diadema en medio del jardín

no porque yo lo diga,

sino porque así es lo fantástico;

mañana moriré porque así es lo real.

El pescado está harto de su nombre

porque le recuerda lo que le espera,

la oveja está harta de que la desnude cualquiera,

¿y quién no lo estaría?

La ballena está harta de que le digan que va llena,

el camaleón está harto de jugar a las escondidas,

la muerte está harta de visitar hombres justos

y yo estoy harto de estar próximo a la salud

porque no sé si entonces podré saber estas cosas.

Laura, la vagabunda del bosque

 

Oh querida Laura brillante,

mi Laura de los pocos pétalos,

se vierte, sí, tu andar danzante

en teclas de mis clavicémbalos,

describiéndome suave aurora,

sugiriendo mi propiedad,

tu dulce espalda acogedora,

mi siempre nocturna humedad.

 

Incinerante me es tu tacto,

impaciente me es tu deseo,

pidiéndonos ya un nuevo pacto,

evitándonos el paseo

por hojarascas de zozobra,

por innecesarios sonetos

de una larga soledad que obra

sobre el hombre con amuletos.

 

Podrán salpicar desazón

los que nadan en la fiereza,

podrán romperte el corazón

los desprovistos de belleza,

mas nunca podrán lacerar

tu sonrisa cicatrizante,

ni tampoco podrán quebrar

tu voz que canta a los amantes.

Mujer de mis sueños(Materialización)

 

 La sombra escarlata de tu corazón

mancha de lleno mi ser,

mujer de la sanación,

emperatriz del amanecer.

 

Es furioso el grito de la pasión

al ver tu piel herir al sol, con su brillo,

es flagelante saber la rendición

de mis pies ante tu vientre, mi castillo.

 

Sopesada jamás podría ser la amenidad

de tu respirar en mi pecho,

ni opacada tu voz balsámica en la divinidad,

pues tú eres la deidad, aquí, en mi lecho.

Para la mujer

 

Pudiese beber cada lágrima de mujer

para entender el sufrimiento del mundo

o bien para saborear el verdadero placer

que da su amor al género masculino e inmundo.

 

Pudiese merecer cada sonrisa de ellas

mas lo único que puedo hacer

es intentar día a día seguir sus huellas

y de ellas aprender.

 

El abrazo, el beso y la voz de una mujer

son tan necesarios para mi existencia

que sin ellos la luz del día es como el anochecer

y la vida pierde su esencia.

 

Sin vosotras no se podría recordar

lo hermoso del agua en una cascada,

la belleza del cielo desde un salar

o el encanto del atardecer después de una nevada.

Nota celeste

 

Nube,

hube,

sido.

 

Llovía,

había,

detenido.

 

Haz,

has,

recibido.

Penumbra n°2

 

El reflejo de la luz lunar 

en la cabellera de una anciana

es sin duda

una sutileza

de la naturaleza...

Algo llamado "aunar".

 

Al caer una gota en el suelo

no sólo se percata el mismo,

también los animales,

la flora

y quien se enamora...

Algo llamado "consuelo".

 

Adorable es el anochecer

en que el frío es necesario

y así entonces

un café y un piano

donde pueda ver tu mano...

Algo llamado "subyacer".

Esclava nocturna

 

Desabróchame oh Muerte

del incordio de vivir,

porque sin más no he sido

ni seré.

Oh cazadora paciente,

cercena de una vez los tentáculos

porque ya no deseo el canto

ni la hiedra de los humanos.

 

Ay de aquellos que me piensen,

porque he decidido ser tierra

y alimento para algunas vidas efímeras,

aquellas que aguardan por todos nostros.

 

En fin,

hoy he aceptado

la mirada de un cerdo en una carnicería

pero con la esperanza de una luna azul.

Nostalgia

 

Nieve, Nieve, ¿buscas a tu hermana?

Yo la he encontrado sembrando

sobre la tierra urbana

el dolor dulce que desprecia tanto.

 

Puede que vuelva a escaparse,

para entonces búscala en las hojas secas,

esas de otoño que suelen recordarse,

memorias de un amor que nunca dejas.

 

Nieve, Nieve, ¿aún no la encuentras?

Deja que un arcoiris te abrace,

que el cielo suelte tus riendas,

y que el beso de la melancolía te atrape.